El Puerto de Málaga, de 3.000 años de antigüedad, ha sido punto de encuentro de las más diversas civilizaciones. Fenicios, cartagineses, romanos, musulmanes y católicos llegaron a la capital, conocedores de sus características geográficas y físicas, así como de su situación estratégica, la cual sirve de enlace entre el Mediterráneo y el Atlántico, sin olvidar el norte de África.
Ya en el siglo XXI, el ritmo de crecimiento protagonizado por el Puerto de Málaga ha venido acompañado de una importante remodelación y ampliación de sus infraestructuras e instalaciones.
De este modo, la Autoridad Portuaria de Málaga acometió la realización de un Plan de Ampliación y un Plan Especial para dar respuesta a las crecientes demandas portuarias y urbanísticas de la ciudad.
Los cambios tecnológicos acaecidos en la última década han revolucionado la industria del transporte y el Puerto de Málaga comenzó un profundo proceso de transformación que concluyó con la duplicación de la superficie terrestre del mismo y proporcionó la base necesaria para el desarrollo de nuevos tráficos en la instalación. Este proceso se materializó en la construcción de un dique de cierre que da atraque a los más grandes cruceros del mundo, así como la creación de varias terminales de crucero y la construcción de un nuevo muelle polivalente, mediante el cual se lleva a cabo el tráfico de contenedores y vehículos.
Por otra parte, los trabajos de integración puerto-ciudad ejecutados en el recinto han supuesto un revulsivo económico para la ciudad, que cuenta con una inmejorable oferta de ocio y en pleno centro de la ciudad, diversión a pie de muelle para los cruceristas y un foco de atracción para los turistas que visiten Málaga.
Por tanto, el Puerto de Málaga constituye, en la actualidad, uno de los principales motores económicos de la ciudad, un importante centro logístico y comercial, así como un espacio de oportunidad para generar riqueza en la capital y sus áreas de influencia. De esta forma, Málagaport S.L., empresa asociada a la Autoridad Portuaria de Málaga conforme a lo establecido en la Ley 31/2007 de Sectores Especiales, y participada por las instituciones públicas y compañías con interés en la actividad portuaria, trabaja cada día con el objetivo de potenciar las amplias posibilidades de negocio que ofrece el recinto y de darlo a conocer como puerto ciudadano, integrándolo en la vida cotidiana de sus habitantes y los visitantes que disfrutan de su estancia en la capital de la Costa del Sol.